Durante el reinado de Anasterian, dos familias de las Altas
Casas Thalassianas unieron sus esfuerzos para proteger el reino de Quel’thalas
de la ancestral amenaza de los trols Amani, cuyas fuerzas desperdigadas en las
fronteras del reino hacían necesaria la creación de distintas divisiones para
hacer frente a su guerra de guerrillas.
Sahenion Lamarth’dan, Patriarca de la casa Lamarth’dan fundó
Sin’Belore al forjar una alianza con la
Casa vel Noerth, Alta Casa de casta militar cuyo Patriarcado
ostentaba Gareth vel Noerth. A esta coalición no tardaría en unirse la Casa Hojazul representada por
su Patriarca, Beleth Hojazul. A pesar de su condición como Baja Casa, los
Hojazul contaban con el respaldo y la confianza de la Casa Lamarth’dan, a la que habían
jurado lealtad.
Sin’Belore estaba dirigida por los tres patriarcas de las
Casas nobiliarias y formaban parte de ella los vasallos de estas y los soldados
del reino accedían a sus filas a través del ejército, o llamados por el
renombre que habían cosechado las décadas de lucha exitosa del Sin’Belore
contra los trols. En su momento de mayor apogeo, unos veinte años antes de la Apertura del Portal
Oscuro, Sin’Belore se vio golpeado por la muerte de Sahenion Lamarth’dan y la
posterior acusación y condena de Beleth Hojazul por su asesinato. La casa
Hojazul fue despojada de todos sus títulos y tierras, condenada al ostracismo,
y su primogénito, Bheril Hojazul, acusado de secuestrar al primogénito de la Casa Lamarth’dan, Iranion
Lamarth’dan, fue condenado al exilio.
Con la caída en desgracia de la Casa Hojazul y la muerte de
Sahenion, Sin’Belore quedó bajo el único liderazgo de Gareth vel’Noerth, hasta
que Iranion Lamarth’dan tomó el puesto que ostentase su padre, unos años antes
de la caída de la Fuente
del Sol.
Fieles a la Sangre del Sol
Tras la muerte del Rey Anasterian protegiendo la Fuente del Sol del Azote
que la destruyó y el regreso del Príncipe Kael’thas, el último de la Estirpe, Sin’Belore juró
lealtad a este y le siguió a través del Portal Oscuro en busca de la Tierra Prometida. Participó
activamente en la conquista de Farahlon y el Castillo de la Tempestad así como en la
captura de M’uru y se estableció en la ahora llamada Tormenta Abisal.
Gareth vel Noerth permaneció al mando de las legiones que
servían al Sin’Belore en las Forjas de Maná y en el Castillo de la Tempestad, entre las
cuales se encontraba la Legión Fénix,
capitaneada por el Lord Aelion Sin’Thael. Mientras, Iranion Lamarth’dan volvió
al reino con el contingente que acompañaba a M’uru, convirtiéndose en el enlace
del Sin’Belore con Quel’thalas.
Traición de Voren’thal
y Exilio
Tras la escisión de Voren’thal y los soldados a su mando del
ejército en Draenor, Sin’Belore reafirmó su lealtad al Príncipe Kael’thas,
renovando sus juramentos hacia la estirpe de los Caminantes del Sol y enfrentándose
y persiguiendo con ahínco a los traidores que ahora se hacían llamar Arúspices.
Los Arúspices, con su nueva alianza con los que hasta ese
momento fueran sus enemigos, los draenei que se hacían llamar Aldor, atacaron
las Forjas de Maná y las desactivaron. Llegaron a los satélites del Castillo de
la Tempestad,
hasta que finalmente atacaron el Ojo y cometieron la más grande de las
traiciones, dieron muerte al Príncipe Kael’thas. O eso creyeron. Gareth vel
Noerth condujo a lo que quedaba del Sin’Belore a la isla de Quel’danas, junto
al maltrecho Príncipe, para seguir luchando allí por que el proyecto del Pastor
culminase con éxito.
Cuando Lunargenta fue atacada por los Sangreviles y el
propio Kael’thas se llevó a M’uru del cuartel de los Caballeros de Sangre,
Gareth vel Noerth y los hombres bajo su mando fueron considerados traidores,
como todos los que permanecieron fieles al Pastor. Iranion Lamarth’dan se vio
obligado a desvincularse de la parte del Sin’Belore bajo el mando de Gareth y él
y sus hombres se ofrecieron voluntarios para colaborar en la persecución y
ejecución de los Furia del Sol y los remanentes del ejército del Príncipe en
Draenor.
El Elfo de Blanco y
el Ala de Fuego
Tras la muerte de Kael’thas Caminante del Sol, Gareth y lo
que quedaba de la división bajo su mando consiguió escapar de nuevo hacia
Draenor, donde permanecieron ocultos gracias a la ayuda de un grupo de etéreos
que por alguna razón les seguían siendo fieles.
Durante este periodo, un elfo vestido de blanco y portando
el tabardo de los Arúspice, acompañado por un pequeño contingente de soldados,
buscó y rescató a los supervivientes del ejército. Allá donde los encontraba,
les entregaba uniformes Arúspice, y bajo esta coartada los conducía hasta
Gareth vel Noerth en la seguridad del refugio Bashir. Cuando consiguieron
reunir a los suficientes magos aun leales al antiguo régimen emprendieron la
creación de un bolsillo dimensional en el Alto Ala de Fuego, que a partir de
entonces serviría como refugio y cuartel general al nuevo Sin’Belore.
Una vez establecidos e impulsados por la voluntad característica
de su raza, Sin’Belore, lejos de esperar y languidecer en la simple
supervivencia, emprendió la búsqueda de Felo’Melorn, la espada que perteneció a
la Estirpe Caminante
del Sol durante generaciones. Amparándose en maniobras de distracción y
mediante pequeñas expediciones, Sin’Belore ha estado buscando por todo
Terrallende, y sigue haciéndolo a día de hoy. Pero ya no están solos. La
presencia del Ala de Fénix en el interior del Castillo de la Tempestad les ha
permitido su acceso a la fortaleza y el inicio de los trabajos para su
reconquista.
Algunos
consideran profético que Sin'Belore haya vuelto a aunar a las casas
Lamarth'dan, vel Noerth y Hojazul. La mayoría de integrantes de
Sin'Belore no conocen las razones por las que Leriel Lamarth'dan, actual
Matriarca de la Alta Casa ha ocupado el lugar que antiguamente ocupase
su hermano y antiguo Patriarca de su Casa. También se rumorea que Gareth
vel Noerth pretende restablecer el antiguo Sin'Belore ofreciéndole el
puesto de su padre a Bheril Hojazul, cuya Casa nobiliaria ha sido
restablecida.
El retorno de Lamarth'dan y Hojazul
Signos como estos convierten su convicción en su misión como heraldos
del Rey que está por llegar en inquebrantable. Cuando Al’ar esté bajo su custodia y alce sus alas
ígneas de nuevo, ellos servirán a la nueva Sangre del Sol y devolverán a Quel’thalas
y a los Hijos del Sol la perdida gloria.